Las fragancias Christian Dior serán mejores
conmueven el sexo activan las neuronas
acercan Felicidad en los pensamientos
preparan la trama multicolor de los encuentros
Pero cuando abre la fábrica sus portones
lanzando bocanadas de vapor en los inviernos
nos llegan aromas de mezclas quizá insalubres
que nos esperan a las seis en racimos lentos
En el metalúrgico amanecer del Conurbano
nos recibe un perfume de aceite soluble
desde el zumbido azul de las perforadoras
mientras desgranan como mazorcas el acero.
El humeante acre fluir de los electrodos
nos grita un “hastaquí” desde su muerte
fundidos junto al hierro nuevo y presos
asesinados con Amperes de soldadora y cobre
Los balancines caerán mil veces en el rutinario
dibujo de las chapas que se alejan
y su golpe estremecerá hasta los cimientos
de la cultura popular del laburo duro
y pobreza compartida casualmente generada
Junto a mí mis Compañeras
extrañando hijos hijas y luciérnagas
con la fatiga feliz del colectivo repleto
luego de arribar a su fuente de alimento
Los que no necesitaban pelear en la madrugada
por un sitio donde generar sustento y tedio
las llamaban con desprecio “fabriqueras”
término que es cruel según la boca
que las nombra con sorna y ligereza
negándole su espacio de Mujer su género
su Vida su riqueza de Alma y amores caseros
su barrio sus sueños sus esperas
de eso nuevo luminoso y duradero
Las fragancias Christian Dior serán mejores
pero no se indican en laberintos de metal y hombres
transpirados en uniformes marrones azules viejos
Ellas traen lo que pueden lo del Chino
pero atención que es perfume de obrera joven
el que puede acompañarnos en secreto
y nos permite escribir cuando la nostalgia
nos acerca Compañeras de allá lejos
CARLOS MIGLIORE BATALLER
Foto: MARÍA ELENA VISCIGLIA, Compañera de trabajo en la Fábrica Siemens.
Ruta 8 Km. 18, San Martín, Buenos Aires, República Argentina.
(Años 1972-1976. Horario de labor: Lunes a Viernes 6.00 a 15.00 horas)
En su puesto de producción.